jueves, 29 de diciembre de 2011

Cada recuerdo de tu mano sobre la mía.

Veo arder Diciembre en cada alfeizar de la ciudad. Veo cómo se retuerce la madrugada en la calle y me someto al delirio y al parecer helado de las estrellas que se estremecen y alumbran como neones cegadores que atraen corazones.

Descubro poco a poco tus pupilas dejándome llevar por la tinta húmeda que me acordona el cuerpo, y me imagino deslizando cada noche mis dedos por tu pelo, mirando desde la ventana el cielo, con la única duda de saber qué tal está nuestra luna, rutilantemente presente.

Veo consumirse Diciembre, y entre los retazos de mi recuerdo algo nuevo mueve e inmoviliza el mundo, algo deja a las palomas en pleno vuelvo inmortalizadas entre un paisaje de plumas sollozando al caer. Algo me hace temblar y cerrar los ojos dejándome llevar y deseándome saberme amalgamado en tus brazos.

Vibro cada noche con cada recuerdo de tu mano sobre la mía tratando de adivinar el método para que no te alejes de mi vida.

Descubro poco a poco que vivo diferente porque tú estás a mi lado. Sueño robándote el tiempo y tus besos frente a tu portal mientras nos miramos callados. Sigues sacudiendo mi fuerza, sigues siendo el impulso que me da energía para sobrevivir otro día. Sigues cambiándome mi vida que, estremecida, suplica encantada retener un segundo más bajo el calor de tu mirada.


Autor: Ricardo S.T.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito,¿estas enamorado? Sigue escribiendo que lo bordas,me encanta leerte,te animo para que sigas siendo escritor,eres buenisimoooooooo.