martes, 22 de febrero de 2011

Post de agradecimiento.

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Hasta pronto!



Ricardo S.T.

lunes, 14 de febrero de 2011

La madrugada añil del 14 de Febrero.

Dicen que la gente que se pinta bajo los clamores de la luna es un exiguo, carente, escaso y falto de discernimiento, intelecto, juicio y razón.

Dicen que los bohemios son irascibles, excéntricos, extravagantes, raros... Que se someten a la fuerza y presión de sus sentimientos, de su vida interior. Se conoce que no les importa qué dirán más allá de la piel de su amada, de la mancha de su carbónico o de las sábanas que cubren sus madrugadas... No sé, el caso es que somos unos enterrados curiosos. Unos vividores adictos a alguna droga poco original que se desviven añorando y rezando a alguna luz de una noche inmaculadamente oscura.

Sí, no está bien, pero fumamos, bebemos y amamos como todos... Bueno, más bien demasiado, aunque siempre creemos que este mundo es un segundo plano dentro de un universo constante que rompemos al estremecer nuestras mentes, al cerrar los ojos y levitar nuestro cuello. Al ver como el día es retorcido, cambiante y se duerme cuando nosotros despertamos.

Podemos saber que hay algo distinto que nos hace, cuanto menos, discutidos: Un sencillo brillo tenue a lo lejos que nos hace recapacitar y suspirar con cada matiz que roza y hace estremecer cada momento vivo, cada punto y aparte; Su luz, su cariño, su redoble de texturas que suena y se siente al adivinar la silueta de esa emoción tendida en el suelo de nuestra habitación.

¿Qué más da llorar o amar?, ¿besar o sollozar? Si deseamos sentirnos vivos para poder desear morir. Y tentamos a la suerte para que aquel castigo interpretado que es el amor llegue a nuestra vida y nos afile las puntas de los lapiceros, nos ponga tinta a las estilográficas, nos sirva de papeles e ideas y nos de libertad para elegir si pasear o morir cuando necesitamos a nuestra musa perdida entre las dunas de nuestra sábana… ¿Qué más da si ganamos o perdemos?

No importa que Penélope nunca regrese con Ulises, ni que la Cenicienta no encuentre su tacón… ¿Qué más dará que el veneno corra por las venas de Romeo si Julieta yace a su lado? No importa mientras nos sacuda la alargada sombra de la intensidad amorosa, la duda o la certeza de que otro mundo es posible a tu lado.

Todo es diferente cuando nosotros, los bohemios, te escribimos. Cada letra está escrita diferente porque tú la estás leyendo. Cada frase tiene una entonación distinta porque sabes que hablo de ti.

Por eso… Dejaos convencer, pasad y disfrutad de la vida nocturna, de ir al revés del mundo y que la gente que, hacinada, completa la ciudad os pregunte por qué lo hacéis.
Dejad que la cirrosis os perfore el hígado, que el amor lo hago con el corazón y sabed que vuestra musa será vuestra vida y vuestra asesina.

Dejad, por favor, que al cerrar los ojos y coser vuestras pestañas sintáis como cada noche vibrante y brillante os vuelve negro lo que corre por las venas.

Para los que no aceptéis el reto y sigáis con la rutina diaria… Sí, esto es ser parte, comprender y enamorarse de los bohemios.

… Y porque también amamos la libertad, el sexo y el disfrute de la vanidad ajena...


Autor: Ricardo S.T.