lunes, 2 de marzo de 2009

Tal vez fue aquel suelo embarrado...

Y aquí pongo laa traducción del anterior texto, espero que sea del agrado de todos. Aprovecho para dar las gracias a las personas que me apoyan y que siempre están ahí para leer mis letras juntas.


Tal vez fue aquella noche donde el suelo estaba embarrado, marrón y las suelas de los zapatos hacían bailar sus colores, siempre tirando hacia el sucio final… Y aún todo eso, en resumidas cuentas era bellísimo.

Se acercaba la hora donde él por fin, y después de una dura, aunque maravillosa semana estudiantil la vería, gozaría de ella fuera de aquellas paredes llenas de letras, números y palabras tintadas de negro y azul.

Ambos quedaron en un recinto donde aquel día se transformó y se perdió por el camino de la fiesta y el alcohol. La fiesta era viva por la gracia de miles de personas, miles de miradas y palabras más mayores que menos donde lo único que querían era cazar historias sentimentales.

En aquel recinto de fiestas, en el centro, se encontraba la que fue la pista sobre la que bailaron todos aquellos sentimientos y emociones, donde se cantó con la fuerza del puño que brillaba en los ojos de ambos.

Él, al verla, se acercó a ella, rubia, tan tan bonita. Su aroma era la envidia de todas las flores mientras que el helado aire que refrigeraba y hacía vibrar se apartaba delante de la fragancia y textura de aquellos ojos azules que presentaba la chica.

Él se enamoró… Melodías dinámicas y preciosas sonaban a ritmo de “ragga” mientras que besos y abrazos recorrían el cuerpo haciendo escala en la nuca, una punzante escala que dejaba sensaciones de emociones, emociones de amor, intensificaciones de la piel.

Brazos que rodeaban pensamientos hacían que los azules ojos de la chica compaginaran con el caliente cuero que rodeaba al chico… También las palabras que querían decir y que, como tantas veces, ahora se arrepienten de no haberlo hecho. Y se fueron de aquel recinto…

El chico salió del corazón de la chica, de su corazón y de su cama, y desde entonces sabe que solo están sus ojos, sus oídos… Sola su voz.



Autor: Ricardo S.T.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hi! amigo usted escribeee realmente good. me gusta su estilito pero aorita me ago una pregutna porqe leii un comentarito muy raroO. es usted nazi?

Ricardo Semper Trilles dijo...

Jaja, la primera agradecerle que usted se pase por aquí, lo lea y comente que le gusta, es un gran apoyo y refuerzo para mi que me da mucha alegria e ilusión.

La segunda, No, por supuesto que no soy nazi, de hecho ya he dicho en repetidas veces que yo tiro más a las izquierdas :) (de ahi mi banner) pero el "anónimo" que puso eso debería estár muy aburrido en su casa...

Muchas gracias, y hasta pronto!

Anónimo dijo...

Hello, I tried to understand your texts, because I translated them with an on-line translator, and maybe some things are Spanish expressions that I can't understand, but I really liked the context, all the love scenes and all those things, dou you know what I'm saying?
Well, I hope you will understand and answer me, rock on partner!