lunes, 18 de agosto de 2008

... Y ella se cansó de bailar sobre la pista, se cansó de BRILLAR.

Y ella le hizo bajar de la pista, volver a imaginar esa distancia que le separaba de ella, volver a imaginar esa canción, esa que hablaba de amor y duraría por siempre… la que no decía adiós.

Y volverá a caminar por esa calle donde se imaginó caminando, como muy lejos a su lado, pero ahora todo ha cambiado, ahora mira al cielo, ese cielo que un día le regaló en una foto, ese cielo que se prometian, y no ve nada que brille, no ve nada que le haga pensar que esa estrella volverá, nada que justifique otro “vida mia”, nada que le haga sentir lo que ella sola ha conseguido, nada que brille tanto para hacer algo que solo ella ha logrado, hacer feliz.

Ella tenía y tiene esa facilidad… y en esa noche, entre arena y estrellas que no se acercaban ni a la mitad de brillo del que derrochaban ellos, empezó todo.

Ahora solo le queda la esperanza de encontrarsela al final del pasillo, que algún día se miren y recuerden momentos en los que se miraban esos mismos ojos, entre nostalgia y dulce esperanza…

Andaba feliz, con flores y melodías por doquier, pero esas flores… eran de plástico.
Él no quiere más flores de plástico ni melodías esperando a que otro Sol, que a ella le alumbraba más volviese, él no és una canción de Invierno…
Quizás ahora él vaya a ciegas, vaya a oscuras… porque ya no tiene su luz, no tiene su brillo, porque no le tiene a ella, pero ella mirará en su cielo, donde había una estrella que quería deslumbrarle, quería hacerla brillar… y mirará debajo de sus pies, ahí está el mundo, ahí está todo… y se dará cuenta.

Las estrellas no se apagan, simplemente se esconden…

Pero bueno, él se puso a aliviar penas a ritmo de rock’n roll, lo malo es que ese Rock'n roll lo quiere matar... y él no sabe el porqué...

Ahora está en su habitación, viendo de nuevo ese cielo que fotografió, pensando en esa arena que también le regaló… pensando en esa foto que ella see hizo, donde fotografió lo que sentía, donde ella le regaló una felicidad que nadie le había dado.

Pero bueno, ahora él es un forastero en esta nueva ciudad… tendrá que ir conociendo calles.


La pista aún está esperando a que bailen sobre ella, aún está esperando melodías al uso, aun está esperando a que alguien que brille lo suficiente flote sobre ella, y la haga vibrar.


Autor: Ricardo S.T.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola tio.
Sóc amic de Pau, /skarface70, que toquem en el mateix grup.
sempre veig que te curres un punyao les actualitzacions, i la veritat és que molen molt.
el meu fotolog es /yo_amo_el_jamon
no res que t'agregue aci al bloc que m'agrada més que el fotolog.
Au Salut!

Anónimo dijo...

Algun dia hauràs de renovar x'D
Un poquet de serietat jajaja
Au cacauu!

Le debes un café dijo...

Me gustan tus letras juntas, enserio, me encanta leer textos tuyos...
Espero que volvamos a hablar.
Un besazo.